El ginecólogo me ha mandado hoy de urgencia al endocrino, ya que llevo dos semanas que la glucosa se me dispara demasiado sobre todo después de desayunar. Me he quedado chafadísima. Hasta hace nada la estábamos controlando pero parece ser que esas subidas a estas alturas del embarazo pueden ser perjudiciales para el bebé.
Además, para terminar de arreglar el día, el peque viene de nalgas. Todavía tiene tiempo de colocarse en cefálica ( no mucho, unas 3 semanas según el gine), y si no lo hace me espera una bonita cesárea. Qué horror, no quiero ni imaginarlo, qué frío todo, y qué desmotivador...
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