martes, 11 de noviembre de 2014
ÉRASE UNA MUJER A UN GLUCÓMETRO PEGADA
Al final no nos hemos podido librar de la insulina. El endocrino me la recetó antes de cada comida, así como el control de glucosa antes y después de las mismas. Lo que yo decía: los dedos como coladores. Y las piernas, que es donde he empezado a inyectarme la insulina, también. En fin...qué se le va a hacer. Aunque sea un coñazo (que lo es y mucho) lo que realmente espero son simplemente dos cosas: que la diabetes no afecte a la salud del bebé y que remita una vez haya dado a luz.
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